En el mundo del modelaje, hay algo que va mucho más allá de la estética: la actitud. Esa que se proyecta en una pasarela, en una foto o al pararse frente a una audiencia. Pero ¿sabés qué? No se nace sabiendo caminar con elegancia ni enfrentando al público sin nervios. Se entrena. Se aprende. Se conquista.
En Incanto, siempre decimos que caminar correctamente es mucho más que moverse sobre una pasarela: es un acto de presencia, de conexión con tu cuerpo, de decisión. Elegancia no significa rigidez, sino fluidez con propósito. Por eso, el primer paso es la conciencia corporal: entender cómo se mueve tu cuerpo, qué transmitís con cada paso, con cada mirada. La postura, la pisada, la alineación, el ritmo: todo habla de vos antes de que digas una sola palabra.
Y hablando de palabras…
Saber enfrentar al público con seguridad, ya sea en una entrevista, en un casting o simplemente al presentarte, es otra habilidad que te diferencia. La voz, la dicción, la manera en que sostenés la mirada o cómo respondés a una pregunta revelan tanto de tu personalidad como tus fotos. Aquí no buscamos una “voz perfecta”, sino una voz auténtica, que salga con confianza y seguridad.
¿Cómo se logra?
🔹 Entrenando la pasarela como una danza con vos misma.
🔹 Trabajando el miedo escénico desde el juego, el ensayo y la autoaceptación.
🔹 Practicando cómo hablar en público, improvisar y conectar con tu historia.
Todo esto no solo te hace mejor modelo: te hace más libre. Porque una modelo segura de sí misma no solo deslumbra por fuera, sino que brilla desde adentro.